ENFOQUE HACIA LA CUANTIFICACIÓN Y REDUCCIÓN DE EMISIONES
MITIGACIÓN DEL CAMBIO CLIMÁTICO Y CREDIBILIDAD EN LA GESTIÓN
El cambio climático representa uno de los mayores retos actuales a los que se enfrentan las naciones, las industrias y los ciudadanos en años venideros.
Como respuesta a este inmenso reto, se vienen desarrollando e implantando iniciativas internacionales, regionales, nacionales y locales para limitar las concentraciones de gases de efecto invernadero (GEI) en la atmósfera terrestre.
La “Huella de Carbono” es una “etiqueta ecológica” utilizada para describir el cálculo de las emisiones de todos los gases de efecto invernadero asociados a organizaciones, eventos o actividades o al ciclo de vida de un producto. Con ello, se pretende determinar su contribución al cambio climático expresado en toneladas de CO2 equivalentes.
De esta forma, la “Huella de Carbono” se convierte en un instrumento eficaz para determinar, evaluar y comunicar el efecto de los productos, servicios y organizaciones en el cambio climático.
La huella de carbono contribuye a:
- La cuantificación, reducción y neutralización de las emisiones de CO2 en productos y organizaciones en el propósito de mitigar el cambio climático.
- La creación paulatina de un mercado de productos y servicios con reducida generación de carbono asociada, danto respuesta a la demanda social y medioambiental actual.
- La identificación de oportunidades de ahorro de costes en las organizaciones.
- La demostración ante terceros de los compromisos de la organización con la responsabilidad social a través de sus requisitos en mitigación del cambio climático.
En función del tipo de exigencia sobre el compromiso adquirido por la organización, se expiden tres tipos de ecoetiquetas de “Huella de Carbono”: